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Trekking Laguna Amarga en Torres del Paine: Los mejores miradores

miradores de torres del paine

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Torres del Paine es uno de nuestros destinos favoritos del mundo, eso ya lo sabrás. Recientemente hicimos el trekking Laguna Amarga Lago Sarmiento, una ruta de un día por los Miradores de Torres del Paine que merece la pena. Hoy, te trasladamos al corazón de la Patagonia chilena y te contamos con todo lujo de detalles cómo fue nuestro día. ¡Allá vamos!

Traslado a Torres del Paine

Amanecimos muy temprano en nuestro alojamiento de Puerto Natales ya que una van nos iba a pasar a recoger, listos para pasar un día con el idílico paisaje de Torres del Paine de fondo. Aunque Puerto Natales es el núcleo urbano más cercano al parque, el trayecto es de 2 horas de ida y otras 2 de vuelta. Te adelantamos que mereció la pena madrugar para aprovechar bien el día.

Paradas del tour Miradores Paine Activo

El Cóndor Andino

Ya de camino, casi cuando empezábamos a borrar la imagen de Puerto Natales del retrovisor, hicimos la primera parada. Había una pared rocosa en la que se podía divisar el Cóndor Andino. ¡Tuvimos suerte de que nuestro guía los viera! Así pudimos bajar unos minutos y verlos. Además, llevaba unos prismáticos con los que se podían observar al detalle. Algunos tienen una longitud de ala a ala de…¡más de 3 metros!😱

Lago Sarmiento

Después del Cóndor Andino, seguimos la ruta en dirección hacia el Lago Sarmiento. En uno de los extremos del lago, había un mirador en el que pudimos intuir los 90 kilómetros cuadrados que tiene de extensión y desde el que las vistas al parque ya eran hermosas.

Primera Caminata de Paine Activo

Continuando el trayecto, en unos minutos llegamos a Portería Sarmiento, ya en el interior del Parque Torres del Paine. Desde aquí, saldríamos a realizar la primera caminata de 1h y media- 2 horas de duración aproximádamente, dependiendo del ritmo que tengan nuestras piernas y de las paradas que hagamos.

La ruta empezó con un ligero y suave ascenso. Nos llevó por el Sendero Aonikenk hacia un sitio arqueológico con restos de pinturas rupestres de más de 6500 años. En ese punto de la caminata, la fauna empezó a rodearnos. No dejábamos de ver guanacos hasta que salimos por Portería Amarca, la otra posta de los guardaparques.

Almuerzo en la Laguna Azul

Tras esta primera caminata volvimos a la van para dirigirnos a la siguiente parada. Aquí aprovechamos para tomar algún snack del rico box lunch que nos habían entregado. Aunque la caminata fue fácil, agredecimos estar a cubierto y descansar del fresco viento incansable.

Se acercaba la hora del almuerzo, y el guía decidió parar a comer en otro mirador espectacular del Parque Nacional Torres del Paine. Esta vez, con la Laguna Azul como protagonista.

Allí encontramos unas mesas de madera en un enclave perfecto para una parada técnica. Nuestros box lunch incluían una pieza de fruta, alguna chocolatina y un sandwich, y escogimos uno vegetariano y otro de carne.

Muy cerca había un quincho (lo que en Chile y otros países llaman a un espacio equipado para la preparación del asado o reuniones sociales), donde se podía comprar algo más o aprovechar para ir al baño.

Cascada Paine

Después de comer, subimos de nuevo a la van para ir al siguiente mirador. En este caso fue la Cascada Paine, con una caída de 15 metros de altura y unas vistas espectaculares a la Cordillera de los Andes.

Lago Nodenskjöld

El siguiente mirador del recorrido es junto a las claras aguas del Lago Nodensjköld. Desde este lado del lago, el guía nos explicó los caminos que nos íbamos a realizar en los siguientes días, ya que íbamos a empezar el Circuito O de Torres del Paine. Desde este punto y con su ayuda y la de los mapas explicativos del lugar, era fácil visualizar los treks.

En este momento tuvimos la suerte de ver a unos auténticos gauchos con sus caballos. Además, uno se les escapó y se armó una buena para ir a buscarlo.😂

Sendero Salto Grande

La siguiente parada de nuestro recorrido fue el sendero Salto Grande. Aquí realizamos otra caminata, pero muy fácil y muy corta, solamente duró 10 minutos. Las vistas eran maravillosas. Aquí vimos una cascada de 12 metros de altura y el río desembocaba en el Lago Pehoé.

Esta parte del parque está constantemente embestida por el viento ya que ahí sucede un fenómeno llamado efecto venturi, cuando la corriente del viento atraviesa la angostura del valle y éste se acelera duplicando su velocidad.

Mirador Cóndor

Desde este se puede acceder de manera sencilla por un sendero al mirador Los Cuernos, pero el guía nos propuso una ruta alternativa. Esta era más difícil y con un desnivel mayor, que nos serviría para entrenar nuestro cuerpo para el Circuito O.

Para ello nos acercamos con la van hasta el inicio del sendero Mirador Cóndor. El viento no nos lo puso fácil, ya que estábamos poco protegidos por el terreno. Aunque la subida al mirador era corta y exigente a partes iguales, al llegar arriba las vistas (y el viento) te obligan a sentarte para admirar Los Cuernos.

Fue de las estampas más bonitas de todos los miradores de Torres del Paine, no sabemos si por el esfuerzo o porque realmente lo es. Después, la bajada hasta el Lago Pehoé tampoco fue fácil, ya que había que cruzar un paso en el que el efecto venturi nos obligó a bajar a todos agarrados para que el viento no nos tirase al suelo. Una vez allí, comenzamos la vuelta hacia Puerto Natales.

Vuelta a Puerto Natales

La experiencia fue maravillosa y el guía nos empapó de información sobre la antropología de pinturas rupestrres, de flora, fauna, geología y la formación del Parque Nacional. Se adaptó a nuestro estado físico y a las exigencias de cada una de las caminatas proponiéndonos diferentes dificultades y distancias.

Desde luego, la ruta por los Miradores de Torres del Paine fue una grata experiencia, en la que rodeamos 180º del parque y en la que se puede entender toda la geografía del lugar. Aprendimos más en un día rodeados de naturaleza que cursando la asignatura de Geografía en bachillerato.😅

Este tour por los miradores de Torres del Paine es una mezcla de ruta en bus con caminatas breves para disfrutar de las vistas, y merece muchísimo la pena. ¿Te animas a disfrutarlo?

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